La última vez que vi 'Teléfono rojo, ¿volamos hacia Moscú?', me reí como siempre con el personaje del doctor Strangelove -el genial Peter Sellers– cuando el brazo se le dispara para hacer el saludo nazi. Había visto la escena hace sólo un año, en el marco del Congreso Escéptico Mundial de Abano Terme (Italia), donde la había proyecto el neurólogo Sergio Della Sala y me había quedado un sabor agridulce. Sigue en Magonia.